En promedio, la mayoría de las mujeres ganan entre 8 y 15 kilos durante el embarazo. Este peso se almacena en el tejido graso de los senos, el abdomen, los flancos, caderas, espalda baja, glúteos y muslos.
Los senos también crecen debido al aumento de peso y a prepararse para la lactancia. A medida que el bebé crece, también lo hace el abdomen. Esto puede dar lugar a un debilitamiento y la separación de los músculos abdominales, y el estiramiento de la piel abdominal.
Este estiramiento puede causar una rotura del colágeno de la piel, también conocido como estrías. Estas marcas se concentran alrededor del ombligo y la parte inferior del abdomen.
Estos efectos a menudo se vuelven aún más evidente después del parto y la lactancia. Una dermolipectomia estética, realizada por un cirujano plástico puede ayudar a eliminar estos defectos.
Un cambio de imagen se lleva a cabo utilizando una combinación única de procedimientos de cirugía plástica diseñada para contrarrestar los efectos físicos de la maternidad, y restaurar y mejorar su cuerpo.

Aumento de senos.

Levantamiento de senos.

Tummy tuck (abdominoplastia).

Relleno de glúteos.

Liposucción.

En el área abdominal, muchas mujeres necesitan una abdominoplastia completa con el endurecimiento de la capa muscular, así como la eliminación del exceso de piel y grasa, mientras que algunos pueden necesitar un mini-abdominoplastia. Algunas mujeres también pueden beneficiarse de la liposucción para moldear la espalda, las caderas y los muslos, y suavizar sus contornos.